Berman sostiene que el 11 de septiembre fue un «regalo del cielo» pa¬ra un añejo proyecto imperial que encontró en el «Terrorismo» un enemigo perfecto para desempeñar el papel que otrora tuviera el «Comunismo». Asimismo, establece una relación entre las atrocidades de la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio, en lo que denomina el «Eje de resentimiento», y el implacable odio que ha incubado en el mundo árabe, que deriva en la inmolación como única vía para infligir un daño equivalente al «Gran Satán».
Berman concluye que es posible que su país se encuentre a un ataque terrorista más de la aparición de un Estado policiaco abierto y sin tapujos. No sólo descarta la posibilidad de una transformación, si¬no que considera que la misma estupidez, arrogancia y prepotencia americanas serán los últimos clavos del ataúd de esta edad oscura de la que Estados Unidos ya no saldrá indemne.
«Es común que diagnósticos entristecedores como el del profesor Berman detengan de manera abrupta la letanía de lo que ha salido mal y mani¬fiesten, con el corazón en la mano, que una vez que la gente se entere de lo que sucede, la verdad los hará libres y se encenderán millones de velas que ahuyentarán la oscuridad ante la presencia de tanta luz espontánea. Pero Berman es demasiado serio para las banalidades comunes. En vez de ello nos dice que aquellos que podrían encender al menos un cerillo ya no pueden hacerlo porque la información pública sobre nuestra situación va de
lo magro a lo inexistente [...] El señor Berman nos evita el final feliz de la misma forma en que lo ha hecho, en apariencia, la historia.»
GORE VIDAL, «President Jonah»