Este libro analiza la novedad social del despliegue incesante de las cámaras de videovigilancia, tras una tendencia de ver, controlar y prevenir todo. La hipervisibilidad es un imperativo feroz. Para vivir hay que ser visto. Para vivir hay que ver, invadiendo todos los dominios de nuestra vida, social, médica, cotidiana. Antes se vigilaba a los criminales, hoy se vigila sobre todo a los inocentes. La fantasía es que todo es visible y que la imagen muestra todo. Eso es justamente el ojo absoluto. Analiza, además, las redes sociales y la compulsión a decirlo todo en sitios como Facebook. También utiliza creaciones culturales, especialmente series de TV muy populares y películas, en las que esta realidad está presentada en toda su profundidad.