La memoria y la capacidad mental son herramientas de trabajo esenciales, potenciar ambas es prioritario para el ejecutivo actual. Si aprender es ya de por sí una tarea dificultosa, recordar lo aprendido es una batalla constante. Los fallos de la mente conducen a una pérdida de seguridad, de oportunidades, desorganización y tiempo. Sin embargo, está comprobado que disponemos de más poder cerebral del que utilizamos en el desempeño de cualquier tarea. Para desarrollar esta capacidad oculta, todo lo que necesitamos es un pequeño conocimiento de los mecanismos de la mente, y practicar las técnicas centrales de la memoria. La clave, en definitiva, es la imaginación. Usar la mente de forma creativa para memorizar y procesar cualquier información.