Tras seis siglos de vida como vampiro, Saint ha aprendido que debe mantenerse alejado de los humanos para evitar el sufrimiento. Pero todo cambia cuando recibe una llamada de socorro del burdel londinense Maison Rouge: algunas de sus trabajadoras, antiguas amigas del vampiro, han sido asesinadas, e Ivy Dearing, la hija de la dueña, está dispuesta a encontrar al criminal a toda costa. Saint sabe que sería mejor que Ivy se quedara al margen, pero es irresistible… La muchacha despierta en él un deseo tan fuerte como su sed de sangre.