El debate sobre el canon sólo tiene sentido en Estados Unidos y nada tiene que ver con la tradición europea o española; es un problema importado que no nos afecta, se suele decir y leer. A juzgar por El canon occidental de H. Bloom y la controversia que ha generado, podría ser cierto. Pero no es así; el canon literario es un problema historiográfico e ideológico de gran importancia. El canon no es ni más ni menos que la historia de la historia de la literatura, es decir, aquellos procesos por los que se seleccionan obras y autores, que serán conservados y transmitidos a la posterioridad, así como las formas de atención, la tradición de comentarios e interpretaciones, que les conceden valor (estético y doctrinal) y les aseguran un lugar de privilegio en la cultura. La reflexión sobre el canon es, pues, necesaria para comprender por qué se leen unas obras y no otras y de qué manera se leen, lo que se manifiesta de manera particular en la hoy difícil subsistencia de la literatura en la enseñanza.