El ocaso de los grandes sistemas metafísicos, con sus pretensiones de ofrecer aún fundamentos últimos e invariables, ha abierto un proceso de secularización definitiva de la filosofía que comenzó con Nietzsche y Heidegger y que se radicalizó aún más por los desastres históricos del siglo xx. ¿Qué tareas le quedan aún a la filosofía en la actualidad, después de perder su lugar privilegiado? El final de la filosofía, del que tanto se habla, ¿significa acaso que su única tarea legítima es la investigación historiográfica de las ideas?
En los últimos años, una filosofía alejada de cualquier certeza última y apodíctica ha propuesto un replateamiento vigoroso de muchas cuestiones que el escepticismo y el relativismo parecían haber convertido en tabúes, como el de la verdad, de la comprensión de la existencia y de la historia entre otros.
Este volumen reúne reflexiones sobre la filosofía, su lugar mirando al pasado y al futuro y sobre sus tareas en el presente, desde posiciones y orientaciones muy diversas.