Las incursiones de Fichte, a diferencia de sus compañeros de generación (Kant, Schelling, Hegel, Schelegel, Schiller…), en el territorio de la estética son, comparativamente, exiguas. Pero estas contadas intervenciones fueron decisivas para comprender los derroteros que seguirá la estética en el idealismo y el romanticismo. La controversia entre los dos grandes filósofos alemanes, iniciada en la revista Las Horas, hacía referencia, en primer lugar, a la forma expositiva de los escritos fichteanos y, por extensión, de la filosofía en general, y en segundo, al par conceptual espíritu y letra, que exige una elucidación de sus significados en aquel contexto cultural. Los textos que se traducen en esta obra dejaron su impronta en la filosofía de la época y abonaron incipientes estilos de pensamiento.