Según Kant, la verdadera política que se ha de ocupar principalmente de los aspectos programáticos generales y de la legislación, no debe partir del fin del bienestar del Estado (accesible por medio de las acciones políticas) y determinar, según éste, las iniciativas legislativas, sino que su punto de partida tiene que ser el " concepto puro del deber jurídico, sean cualesquiera las consecuencias físicas que se deriven " .