El creyente tiene en la Eucaristía o solo el sacramento de la presencia de Cristo, el don que hizo de sí mismo a favor de todas las personas, la mesa donde satisfacer la necesidad espiritual, sino también la indicación de una forma de vida, de un modo de vivir la propia identidad en plenitud.
Quizás estemos acostumbrados a interpretar el sacramento como celebración litúrgica o como invitación a la oración personal.
En este libro, el autor nos invita además a descubrir en la Eucaristía la dimensión esencial que debe acompañar a quienes desean hacer de su historia un camino de seguimiento evangélico, a vivir a la manera de Jesús y ganar la vida.