«La caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor -caritas- es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta (...). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla con la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad».
Con estas y otras afirmaciones de profundo calado doctrinal introduce Benedicto XVI su tercera Encíclica dirigida a todos los cristianos y hombres de buena voluntad. Un documento que habla de desarrollo humano y económico, medio ambiente, derechos y deberes...