Dentro del contexto ilustrado en el que Hume desarrolló su filosofía, la revelación había perdido su papel relevante a la hora de buscar las fuentes de las creencias religiosas, y su lugar va a ser ocupado por la naturaleza humana. Hume coincide con los deístas en fundar la religión en el hombre y no en la revelación. Pero, a diferencia de aquéllos, no será en la razón, sino en los sentimientos donde encontrará el origen de la religiosidad. Nos encontramos frente a una obra que, con estilo entre expositivo y polémico, atrae la atención del lector hacia la concepción de la religión mantenida por uno de los más eximios representantes de la Ilustración.
Para facilidad del mayor número de lectores, se presenta en edición bilingüe. La traducción ha sido realizada por la doctora Cogolludo, experta en el inglés filosófico de ese momento, como acreditan sus traducciones de las obras de G. Berkeley «Tratado sobre los principios del conocimiento humano» y «Tres diálogos entre Hilas y Filonús». Antecede al texto bilingüe una introducción sobre el significado de esta obra dentro del pensamiento de Hume a cargo del doctor Rábade, reconocida autoridad en la filosofía del escocés.