A lo largo de veinte siglos hubo pontífices caritativos, humildes, honestos, altruistas, intelectuales, sabios o mártires; pero también los hubo heréticos, asesinos, sádicos, sodomitas, idólatras, guerreros, fornicadores y adúlteros. Papas aristócratas y esclavos, casados y viudos, hijos de sacerdotes, de obispos o de otros papas. Algunos fallecieron tras ser sometidos a tormento, otros en el exilio, y uno encarcelado; los hubo que perecieron en extrañas circunstancias o directamente asesinados, asimismo por las heridas infligidas en revueltas, y uno de ellos murió al derrumbarse el techo de su morada.
De los 264 papas que registra la historia, algunos han descollado sobremanera: a veces por su grandeza y santidad, en ocasiones por haber afrontado coyunturas extraordinarias, excepcionales; y en otros casos, por tratarse de figuras abiertamente indeseables en el plano personal o en su ejecutoria durante el papado.
La presente obra, de afán divulgativo, revela las anécdotas más jugosas, las leyendas más oscuras y secretas así como los hitos más señalados, para arrojar luz y trazar un certero retrato de los papas más singulares que rigieron la Iglesia, torciendo y enderezando sucesivamente el rumbo del mundo hasta nuestros días.