Antes de su muerte, acaecida hace unos dos mil quinientos años, el Buda pronunció un último sermón, el cual se conoce como el Gran Sermón del Tránsito y se conserva en el canon pali, los libros sagrados del budismo. El Buda había enseñado a lo largo de su ministerio todo cuanto era necesario para alcanzar la meta de la liberación, y en la última etapa de su vida quiso recalcar a sus discípulos la necesidad de poner en práctica esas enseñanzas.
Los textos que componen La isla interior se basan en los sermones del Buda y en sus respuestas a las preguntas formuladas por sus discípulos, a los que invita a buscar refugio en el interior de sí mismos, en la isla de serenidad que todos llevamos dentro. Dichos textos hacen hincapié en la práctica que nos permite alcanzar la “isla interior” y hallar en ella el más seguro de los refugios.