Te quedas sin… salir, sin móvil, sin Wii, sin ordenador… Es el castigo de moda pero los padres se quejan de que ya ni esto funciona, y reconocen que no saben qué hacer para que sus hijos reaccionen. La disciplina es necesaria, pero no debe asentarse en el miedo del hijo: se debe favorecer la reflexión y la comunicación como vías para conocer el motivo y el alcance de la falta, al tiempo que se orienta sobre cuál ha de ser la acción correcta, para que el hijo recapacite y aprenda a conducir por sí mismo su propia vida.