Tras el ciclo de poemas largos formado por sus tres libros anteriores, Ser sin sitio lleva a consecuencias imprevistas, por su desnudez y por su fuerza, la síntesis poética entre imagen y pensamiento, exactitud y misterio, cultivada por Álvaro García. La sencillez de forma y la complejidad de fondo conviven en este libro de poesía precisa y desasida, formado por cuatro secciones que conforman un único discurso. No sabemos si el “ser sin sitio” es la vida humana, la muerte, la no vida, la no muerte, las azoteas, los trenes, los ascensores, el individuo, la humanidad, la imaginación, la historia, la memoria, la inutilidad, el inempleo, el sueño, la pasión amorosa, el exilio, la poesía. ¿Los vivos, los muertos, el vivir, el sinvivir, la eternidad? En la potencia de estos poemas, el “ser sin sitio” parece querer o necesitar ser todo eso a la vez.