La percepción de la Península Ibérica ha estado tradicionalmente pervertida por dos enfoques sumarios y excluyentes: el unitario y el dualista. Y, sin embargo, la historia de la "balsa de piedra" participa de ambas dimensiones, lo que torna complejo y problemático un estudio, pero ofrece en contrapartida el escenario más propicio para ensayar ese análisis comparativo, que la historiografía reclama tanto como imcumple.