A comienzos de 1945, Alemania experimenta el mayor brote de violencia que haya visto el mundo y sufre la derrota más profunda de toda la historia moderna: el Tercer Reich entra en franca decadencia; los aliados bombardean sus principales ciudades y diezman a la población, antes de invadir y dividir el país; la economía se paraliza, las infraestructuras se derrumban, el gobierno se esfuma y el hambre y la frustración asuelan a todos. Y, sin embargo, existió una transición, la de un país derrotado y moribundo que con el tiempo alcanzaría grandes cotas de prosperidad, paz y civismo. Durante años nos hemos enfocado en estudiar cómo Europa cayó en la tiranía, la violencia, la guerra y el genocidio; este libro describe cómo la humanidad volvió a su cauce.