Este libro pretende revivir al personaje de Juan Ramón Jiménez y mostrar su inmensa personalidad. El autor ha tratado de dar la palabra al propio Juan Ramón, escucharlo en todo lo que dijo de sí mismo y de los demás, y leerlo en lo muchísimo que escribió y reescribió, teniendo en cuenta además, lo que de él dijeron y escribieron quienes lo conocieron de cerca y lo amaron u odiaron (Zenobia Camprubi, su esposa de siempre; María Martínez Sierra, Ernestina de Chapourcin, Margarita de Pedroso, Juan Guerrero Ruiz, Federico García Lorca, Bergamín, etc.). Con la necesaria neutralidad benevolente, ha tratado de ordenarlo, situarlo en tiempo y espacio, contextualizarlo, relacionar los contradictorios avatares de su vida interior con los diferentes aconteceres de su vida exterior, comprenderlo y a veces interpretarlo de un modo suavemente sugerente. Tarea nada fácil en un poeta universal, que siempre quiso metamorfosearse en poesía, ser inmortal en su obra y convertirse en dios con todo lo vivido por sí mismo. El resultado tal vez sea el relato expositivo y en profundidad de la vida de Juan Ramón Jiménez, una vida apasionante, conmovedora y aun existente que no le será ajena al lector.