La Segunda república española se caracterizó en el contexto internacional como un país partidario del desarme y de la paz mundial, en una actitud que chocaba con los intereses de las grandes potencias europeas en una época de grandes tensiones. Desde 1936, la propia república fue víctima de esta situación: de la prepotencia de Alemania e Italia, dispuestas a imponer la aceptación de los hechos consumados, y de la tolerancia de Gran Bretaña y la debilidad de Francia, que con su benevolencia ante la sublevación militar y la intervención extranjera, contribuyeron a asesinar la democracia en España y, liquidadas las esperanzas puestas en las posibilidades de la Sociedad de Naciones, dejaron paso a una nueva era de lucha por el dominio del mundo. Este libro, basado en una amplia documentación, es el mejor estudio que hasta hoy se haya publicado acerca del contexto internacional de la Segunda república y de la guerra civil españolas.