De “atroz desmoche” calificó Pedro Laín Entralgo la depuración franquista de las universidades españolas. La ciencia, a la que se quiso alejar de las corrientes intelectuales de la Europa de su tiempo, quedó sometida a la ideología nacional-católica y se procedió a asesinar, cesar, encarcelar, trasladar, inhabilitar y sancionar a decenas de profesores, cuyas vacantes se convirtieron en botín de guerra para los adictos que superaban el filtro en que la “adhesión inquebrantable” había desplazado al mérito científico como argumento para el acceso a la enseñanza. En los últimos años se ha escrito mucho acerca de la represión franquista pero, sorprendentemente, apenas se ha hablado acerca de este proceso de destrucción de la universidad, que tan graves efectos tuvo sobre la actividad científica y, en consecuencia, sobre el desarrollo del país. Este libro, basado en un ingente trabajo de investigación en los archivos, nos ofrece, por primera vez, el cuadro global de esta gran tragedia.