Durante los episodios más crudos de la última gran glaciación americana se produjo uno de los hechos más trascendentales de la progresiva expansión del ser humano por el planeta: la colonización del Nuevo Mundo. Pero las investigaciones realizadas durante casi medio siglo todavía no han logrado desentrañar la pregunta más importante de tan relevante fenómeno: ¿cuándo se produjo la entrada de los primeros colonizadores? El estudio de quiénes fueron los primeros americanos, de dónde procedían y en qué momento llegaron, se encuentra actualmente en plena controversia. Hace diez años la teoría aceptada de manera unánime situaba la primera colonización hace 12.000 años y concebía una única migración a través de un puente de tierra que comunicaba Siberia y Alaska. Pero los arqueólogos, antropólogos físicos, expertos en ADN y lingüistas, discrepan hoy sobre puntos fundamentales de esta teoría. Hay quien propone situar la llegada de los primeros seres humanos hace 15.000, 30.000 e incluso 100.000 años. Hay quien sugiere que en lugar de una sola migración se produjo una sucesión compleja de oleadas. Y hay quién asume que su llegada no se produjo por tierra sino por mar. Un complicado conjunto de propuestas, hipótesis y teorías que constituyen uno de los temas más apasionantes de la Prehistoria en la actualidad.