Con este libro, el primero dedicado específicamente al trabajo infantil en España, comienza a llenarse, por fin, un largo vacío en nuestra historiografía. En doce capítulos, destacados especialistas en historia económica, historia social y cultural, e historia de la medicina, analizan, en el largo período que transcurre entre el siglo XVIII y la primera mitad del XX, el empleo de niñas y niños en la agricultura, la manufactura, la pesca, la minería, la industria y el sector servicios. Cuatro temas están presentes en todos ellos: la evolución de las edades de ingreso en el mercado laboral, la contribución de los menores a la actividad económica y al sustento de las familias obreras, las condiciones de trabajo y sus efectos en la salud. Esta obra sitúa el trabajo infantil como elemento clave del crecimiento económico, los niveles de vida y las transformaciones sociales en los últimos tres siglos, siendo, por ello, un referente ineludible de la historiografía española.