Al-Mansur (938-1002), descendiente de un árabe de ascendencia yemení que participó en la conquista de al-Andalus con Tariq b. Ziyad (711), representa la culminación de la progresiva e irreversible pérdida de autoridad efectiva del califa en el seno de las sociedades musulmanas medievales..Este proceso, así como la vida y actuación de al-Mansur, exigen un registro que escape de la vulgarización novelesca y que haga inteligible su figura y su obra, caracterizada por un éxito que cautivó la imaginación de sus coetáneos y despertó la admiración de los orientalistas decimonónicos..La carrera de al-Mansur, que recibió la formación que correspondía al miembro de una estirpe de jueces y de sabios, y su ascenso constante en la administración de los Omeyas de Córdoba, adquieren sentido en el marco de la intervención en el Magreb, la otra ribera de al-Andalus. Será en el Magreb donde al-Mansur conseguirá sus mejores triunfos, donde enfrentará las amenazas más directas y, donde, en última instancia, se manifestará plenamente el esplendor de su ejercicio del poder en el nombre del califa Hisam al-Mu’ayyad, hijo del califa al-Hakam al-Mustansir, nieto del califa ‘Abd ar-Rahman an-Nasir.