Esta obra surgió de la fascinación que sobre Verne ejerció siempre La narración de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe, y su misterioso final inacabado. Veinte años antes había escrito: «¿Quién la continuará algún día? Alguien más audaz que yo y más resuelto a avanzar en el dominio de las cosas imposibles». Al fin se decidió él mismo. Para ello ideó al capitán Len Guy, hermano del capitán Guy del relato de Poe, que emprende un viaje al polo tras las huellas de la desaparecida goleta de su hermano. Y, en una sucesión de aventuras por un fantástico mar antártico, llegan a una tierra desconocida, donde descubren el helado secreto de la esfinge.