"Cuando uno es un canguro sin bolsa, es comprensible que se tenga algún complejo (especialmente si uno no sabe que los únicos que tienen bolsa en esa esecie son las canguras, no los canguros...)
Pero cuando un canguro sin bolsa se encuentra con un camello sin jorobas, entiende que su desgracia no es tanta. El refrán dice que las desgracias unen, y esta historia es, precisamente, una historia de unión y de amistad".
Pierre Richard.