Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida,
predecible y feliz. Por eso cuando los habitantes de esta ciudad del
siglo XXII cumplen los 18 años, se someten a la intervención, que
consiste en la extracción de la parte del cerebro que controla las
emociones. Lena espera ese momento con impaciencia, hasta que un día se
enamora...