¡Qué suerte tienen los caballitos del tiovivo! Siempre dando vueltas para divertir a los niños. Pero hay un caballito que no es feliz. Mientras los demás sólo pueden mirar hacia delante, él puede ver hacia arriba. Ve muchas cosas que le gustan y que no puede hacer clavado al tiovivo. Él quisiera volar, compartiendo el sol, las nubes y el viento con los pájaros. Úrsula, la lechuza, le ayudará a convertir su sueño en realidad.