Me llamo Cecilia y tengo un hermano pequeño, Germán. Normalmente se porta bien. Pero no siempre. Depende del día. En cualquier caso, a mí me obedece menos que mis padres. A veces, ni siquiera acepto los juegos que yo decido. El otro día me puse la bata de pintar, cogí los guantes de lavar los platos, los cascos del equipo de música... ¿Tas enfedma, ''Cilia''? me preguntó Germán. ¡Qué va! ¡Eres tú el que está enfermo! ¡Yo soy la doctora Cecilia!