A KOKO, WILSON y BREWSTER les encanta hacer carreras, pero a Wilson se le ha roto una rueda. Al principio, está demasiado asustado para acudir al taller a que se la arreglen, pero cuando la situación empieza a empeorar, el tren rojo no puede seguir ignorando el problema. ¿Quién sabe? Quizá la reparación no sea tan terrible?