Fue una manera absurda de morir, casi tragicómica, de no ser por lo desamparado el del cadáver?
Así comienza esta novela en la que Agapito Cantón de Dios, de 77 años, aparece muerto en su domicilio de Madrid en el otoño de 1992. El anciano, mutilado de las dos piernas, es hallado maniatado por la espalda, con la boca llena de papeles y una toalla anudada al cuello?
Cantón de Dios resulta ser un antiguo compañero de armas de Herman B. Hernannsson, un brigadista islandés que luchó en la Guerra Civil. De vuelta a Islandia publicó un libro sobre sis experiencias en la contienda. En la obra menciona de forma muy especial a Agapito, llamándole camarada y salvador. Una fotocopia de este viejo libro cae, por casualidad, en las manos del corresponsal de la Radio Nacional de Islándia en Madrid, y despierta su curiosidad. Consigue localizar al Sr. Cantón de Dios para entrevistarle sobre sus peripecias en la guerra y sobre su relación con el soldado islandés. Días despues se comete el crimen ?
A partir de ahí, el periodista se enfrentará a las sospechas de la policía y una especie de atosigamiento ?post mortem? por parte del finado Agapito, lo cual le impulsará a investigar el asunto por su cuenta. Llevándole hasta los días de la Guerra Civil y a la solución, o no, del misterio ?