Bajo el rótulo Nuevos retos de la justicia penal se recogen, en esta publicación, las principales aportaciones que juristas, teóricos y prácticos, de diversas ramas del Derecho, realizaron en el Congreso que bajo ese mismo título organizaron conjuntamente las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche, a inicios del curso académico 2008/2009.
Aquel encuentro que tuvo lugar en el Campus de Elche de la UMH, entre profesionales del foro ?como abogados, procuradores, jueces y magistrados, fiscales, secretarios judiciales??, académicos y estudiantes de Derecho, dio como resultado importantes reflexiones sobre el estado actual de nuestra justicia penal, de las cuales, por su interés, se ha querido dejar constancia escrita, más allá de las discusiones científicas y doctrinales que en su día originaron.
Cuatro fueron los ámbitos de estudio o los temas centrales en torno a los cuales giró el Congreso, y cuatro los capítulos en los que, ahora, se estructura la obra.
En primer lugar, y como no podía ser de otro modo, se abordó la necesidad, hoy insoslayable, de reformar la decimonónica Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Gran parte de los males que aquejan a nuestro sistema procesal penal residen, sin duda, en el hecho de estar regulado por una Ley del siglo XIX y que, sin embargo, se aplica a la sociedad del siglo XXI, con la cual ya no comparte ni los problemas que la vieron nacer y a cuya persecución estaba destinada, ni los avances técnicos o de investigación que requieren los modernos procesos.
En este sentido, encontrará el lector en el primer capítulo, no solo la expresión global de esta necesidad de reforma, sino el análisis de concretos temas de la Ley que, muy especialmente, necesitan ser adaptados a los tiempos modernos y a sus formas de criminalidad e investigación.
De la mano de esta última cuestión apuntada, la obra se adentra en el segundo de los grandes temas que fueron objeto de reflexión en el Congreso: el estudio de la reciente reforma llevada a cabo en el año 2007 en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal y que se erige, entre otras cosas, como paso previo necesario en este camino de inevitable modificación de nuestro proceso penal.
El tercero de los grandes temas que se abordan es el de la violencia de género. En este punto, el lector encontrará un estudio pormenorizado de los distintos recursos puestos en marcha para favorecer la protección desde la perspectiva de la víctima. Pero, junto con ello, también se acoge una profunda reflexión en torno a los tratamientos penitenciarios del agresor.
Y, por último, el libro se cierra con un estudio de las reformas habidas durante la pasada legislatura en relación con el tratamiento jurídico de la responsabilidad penal de los menores.