Lo fingido verdadero es en su primer acto un drama histórico sobre el ascenso del emperador Diocleciano, una comedia de capa y espada en el segundo, y se cierra como una comedia de santos que va mucho más allá de la mera pieza hagiográfica. Esta sorprendente mezcla de géneros teatrales se convierte en manos de Lope una sólida obra que casi es una puesta en práctica de la declaración teórica que es el Arte nuevo de hacer comedias.
Poco leída en su época, Lo fingido verdadero es hoy una obra celebrada por la crítica, entre otras razones, por su unidad temática a pesar de su diversidad expositiva, por la complejidad del personaje de Ginés, y, sobre todo, por su cuidada construcción del mecanismo del teatro dentro del teatro, que bascula entre la ficción y la realidad.
